La crisis del transporte público en la ciudad suma un nuevo capitulo a su novela, esta vez los invitados son la unidad y una calle en mal estado. Como siempre nuestro protagonista, el pobre usuario del transporte, sigue sufriendo las mil y una superando cualquier guion de las novelas de la tarde.
Las calles en mal estado no son una novedad, tampoco que muchas líneas tienen que modificar sus recorridos para evitar obstáculos de larga data, obligando a los vecinos a caminar varias cuadras hasta las paradas, algo que se complica en días de lluvia o con la llegada de la noche sobre todo para las estudiantes y trabajadoras que vuelven solas.
Queda claro que los choferes buscan preservar el estado de los pocos móviles que aun estan funcionando pero también algo que no es menos importante, la integridad de los pasajeros y de los trabajadores de la empresa.
