Por DANIEL CABALLERO
Concejal de la ciudad de Formosa
El proyecto presentado por la mayoría de los miembros del bloque opositor, está a la altura de esas circunstancias inevitables, no se trató de la inexperiencia de mis pares que asumieron en diciembre pasado, tampoco fue por estar alejados de la realidad, y mucho menos por ser funcionales a una empresa o al oficialismo.
Tarde o temprano deberá sincerarse el precio del boleto del transporte urbano de pasajeros, a pesar que el humor social ya no tolera otro aumento, y más allá que el precio actual, hoy ya resulte elevado si consideramos la relación precio calidad de servicio.
Pero también debemos tener en cuenta otros factores que inciden, una inflación imparable y los bajos ingresos de la clase trabajadora que utiliza este servicio.
Fijamos posición en función a las circunstancias, la pelota esta en cancha del oficialismo, quien tiene la posibilidad de acompañar, o en caso contrario, ofrecer una mejor propuesta, en las tarifas y modalidad de aplicación que presentamos en el proyecto.
De ser así, acompañaríamos porque la prioridad es el beneficio de los vecinos.
Nosotros apelamos al sentido común, de un incremento en el valor del boleto que sea escalonado, en sintonía al que va realizar la provincia con los haberes de sus empleados.
Y también se debe tener en cuenta a un detalle que parece nadie considero, sobre todo los más críticos del proyecto, una CLAUSULA GATILLO que hace caer cualquier aumento en la tarifa del boleto, de no cumplirse con las condiciones de mejoramiento en las unidades y sobre todo con las frecuencias del servicio.
¿Por qué no exigimos que mejoren el servicio antes de hablar de aumento?
Por la sencilla razón que el oficialismo tiene los votos necesarios para tomar cualquier determinación que obligue a la empresa a respetar el acuerdo vigente, si no lo hace no es responsabilidad del bloque opositor.
Vamos a mantener nuestra postura, sin importar el “costo político”, el fuego amigo o el oportunismo mediático de los que hoy no están sentados en una banca del concejo, por voluntad de la ciudadanía.
