A diez días de haberse puesto en funcionamiento la nueva sede del Mercado Frutihortícola, el concejal capitalino visitó las nuevas instalaciones y comprobó el fracaso anunciado.
El concejal Miguel Montoya visitó este viernes el complejo de La Rural donde fue reubicado el mercado abastecedor de frutas y verduras de la ciudad. “La realidad que observamos es muy triste, muchísimos cajones de frutas y verduras que no se venden son arrojados a la basura por los trabajadores”, lamentó y graficó que “en casi 2 horas que estuvimos hablando con los mayoristas no ingreso un solo cliente a comprar al mercado”.
“Es imprescindible que el Intendente de la cara, vaya hasta el mercado y dialogue con los puesteros”, instó el edil. “Tenemos que encontrar otra localización para el mercado de lo contrario van a desaparecer”, aseguró, argumentando que “la distancia que tiene La Rural, los controles que tienen que hacer cualquier vecino para llegar hasta allí, resultan un obstáculo y además encarece los productos que llegan hacia los distintos puntos de la ciudad, y que finalmente lo pagan nuestros vecinos cuando comprar en sus verdulerías de cercanía”.
Para Montoya “la crisis económica general, las restricciones de circulación, y la distancia son un obstáculo para las ventas y lo advertimos”.
“Hace 20 días estuvimos reunidos con los mayoristas en la antigua sede del barrio Parque Urbano y en esa oportunidad, luego de escucharlos solicitamos a las autoridades no realizar el traslado a la rural en estas condiciones”, recordó.
“Fue muy triste comprobar que lamentablemente teníamos razón, en estos primeros 10 días las ventas fueran muy pocas, prácticamente nulas”, expresó. “Un mayorista tira a la basura lechuga, banana y zanahoria que ya no puede vender por una cifra cercana al medio millón de pesos y la semana que viene deberá disponer de otro tanto si no cambia la situación”, retrató.
