Los concejales Fabián Olivera y Daniel Caballero trazaron un crítico balance de los efectos sociales dejados por las intensas lluvias que se abatieron sobre la ciudad en las últimas horas, y renovaron la postura que vienen manteniendo en los últimos años al advertir que “miles de vecinos debieron sortear este angustiante momento en la más absoluta soledad, con una indignante ausencia del Estado provincial”.
“Hemos recorrido prácticamente toda la ciudad, y en los asentamientos más vulnerables como el 111 y el Lisbel Rivira, entre todos, distribuimos alimentos, apuntando, principalmente, a los niños y a los abuelos”, describieron los ediles de la UCR formoseña.
“Desde que el manejo de la ciudad está compartido entre el Municipio y el Gobierno provincial, las lluvias demuestran la profundidad de la grieta entre los dos sectores más poderosos del peronismo de Formosa”, dijo Olivera.
“Aquellos barrios manejados por el IPV dieron las señales más fuertes del abandono, o de la incapacidad para ejecutar trabajos de mantenimiento”, redondeó.
“Es hora de dejar de jugar a la política barata y rastrera, esa que prioriza intereses sectoriales, y relativiza la necesidad de los vecinos; el peronismo debe cerrar su grieta y ponerse a trabajar en serio para todos sin igual”, reclamó Caballero.
“En todo este intenso recorrido, no hemos visto una sola camioneta oficial, tampoco a ningún funcionario, dirigente o puntero del partido del gobierno; es más, en muchas oportunidades, los propios vecinos nos preguntaron si sabíamos algo de la asistencia o presencia del Estado para acercar, alimentos, chapas, mercaderías o remedios; una vergüenza”, agregó.
