La escultura cayó cuando la seguridad se vio desbordada por un grupo de fans del astro futbolístico, que habían llegado a entrar hasta el Patio de las Palmeras
Un día después del descontrol y la conmoción por la muerte de Diego Maradona, la Casa Rosada intentaba hoy a la normalidad. Uno de los trabajos que se hicieron desde temprano fue la restitución del busto del ex presidente Hipolito Yrigoyen, que cayó en medio de los empujones y las corridas que se produjeron en el interior de la sede gubernamental durante el homenaje del legendario capitán de la Selección Argentina.
Las imágenes ponen de manifiesto que la escultura estaba en perfectas condiciones. El personal de Casa Militar y funcionarios del Poder Ejecutivo restituyeron la figura en su sitio original sin mayores inconvenientes en el Salón de los Bustos, en la entrada a la Casa Rosada por la explanada de la calle Rivadavia, por donde ingresan diariamente el presidente Alberto Fernández, los funcionarios e invitados.
El afortunado desenlace se produjo tras el momento de caos que se vivió ayer durante el multitudinario velatorio, cuando minutos después de las 14 cientos de personas quebraron la barrera policial en la puerta de Balcarce 50 y forzaron la reja que está en el ingreso al Salón de los Patriotas, donde se encontraba el féretro del futbolista.
El incidente fue breve y se extendió por 20 minutos, pero generó una profunda preocupación en el Gobierno y en la familia liderada por Claudia Villafañe. Los hinchas pudieron sobrepasar los cordones de seguridad, se agolparon frente al cajón de Maradona y luego vitorearon al astro argentino en el Patio de las Palmeras. En ese marco fue que, a raíz de los forcejeos y saltos, el busto del ex presidente Hipólito Yrigoyen se saliera de su lugar y fuera atajado a tiempo antes de producirse algún daño importante en su estructura. Apenas se habían salido dos barras de la base.
Así quedó reubicado el busto de Yrigoyen, tras los incidentes en la Casa Rosada.Ante el desborde, el presidente Alberto Fernández pidió que se retiren los otros tres bustos que estaban en la galería: las figuras de Juan Domingo Perón, Néstor Kirchner y Raúl Alfonsín. El busto de Yrigoyen había sido resguardado en la oficina del secretario de Comunicación de la Presidencia, Juan Pablo Biondi.
Todos los seguidores del ahora fallecido ícono del fútbol mundial, finalmente, fueron evacuados de la sede del Poder Ejecutivo sin violencia. Y aunque el patrimonio de Casa Rosada pudo ser resguardado, el quiebre de la seguridad presidencial y la represión sobre la 9 de Julio enrarecieron el clima de lo que debía ser un homenaje ordenado. Mientras tanto, la aglomeración de gente en las afueras del vallado se incrementó, ante la posibilidad cierta de que no llegarían al horario previsto para ver el féretro de Maradona.
En esas condiciones de tensión creciente, la familia y Claudia Villafañe -la ex esposa de Maradona- pusieron fin a un velatorio popular que desde un comienzo se pretendía que fuera breve. La despedida tuvo su último capítulo en una ceremonia privada en el cementerio de Bella Vista.
