Por Alejandro Marangoni
En esta etapa de pandemia, de gran angustia social, económica y psicológica el pueblo no sabe qué hacer.
Escuchamos a diario informes casi impositores de lo que sucede, como si fuesen dueños de la verdad sin admitir ningún cuestionamiento, sin aceptar consejos o propuestas.
Cuando aparecen los errores imposibles de disfrazar, salen arrebatados con tono de ira como buscando culpables en otro lado para continuar intocables y no mostrarse endebles.
De estar en status cero antes de un mes ya estamos pisando los 100 casos. Sin observar que el gobierno tome medidas con los responsables de este error; salen a imponer decisiones e ideas olvidándose que estamos en democracia, que de esto se sale entre todos, oficialistas, opositores y sociedad en general.
Está en su ADN el conseguir las cosas con presión, amedrentamiento, pero señores es hora de madurar y entender que el pueblo necesita que todos nos salvemos y que el costo que se pague sea parejo y no los pague la clase baja, la media, los trabajadores, que siempre pusieron el lomo por este país.
A noventa días de comenzar esta Pandemia, el gobierno nacional y provincial sigue avanzando sobre la división de poderes, la libertad individual y aunque no se vea también sobre nuestra libertad y salud psicológica.
No pedimos mucho solo vivir en Democracia y trabajar dignamente para llevar el pan a la mesa de nuestras familias.
