En las últimas semanas, se advierte en Pirané la escasez de agua potable para consumo humano. En medio de la pandemia y la cuarentena, los piranenses “no tienen ni para lavarse las manos”.

El ex concejal de la localidad, Mario Vázquez, advirtió a este medio sobre la gravedad de la situación: “hace años la localidad de Pirané viene sufriendo la falta de agua, en 2006 se había prometido una solución por largo tiempo a través de un reservorio de varias hectáreas pero lamentablemente esto no ocurrió. Y a pesar que la obra se hizo los problemas de la gente continúan y se agravaron”.
Pirané, como tantas otras localidades, se provee del vital líquido de un reservorio o represa lo que “la vuelve dependiente de las lluvias”, señaló Vázquez. “Si la toma fuera de un afluente con caudal propio como un río, sería diferente”, agregó.
La obra que no fue
El dirigente radical recordó que en 2006 “habíamos hablado con un especialista –un ingeniero hídrico– de El Colorado, porque investigando queríamos saber cómo se resuelve este problema en otra provincia, y ahí se habían hecho acueductos que se nutren de los ríos”.
“Aquí en Pirané tenemos un afluente directo que se encuentra a 70 kilómetros en línea recta que es el río Bermejo, y en aquel momento una obra de esa magnitud exigía en términos de presupuesto una suma insignificante”, explicó. “Si la obra que planteábamos se hubiera hecho la situación de Pirané sería otra”, lamentó.
Situación crítica
Vázquez resaltó que “la realidad de Pirané es crítica, la gente no puede acceder al agua y si lo logra, la misma sale turbia”. Los reclamos de la gente se hacen presentes en las redes sociales y el malestar crece mientras las soluciones no llegan.

